¿Qué sobre el Purgatorio? [Parte 1 de 2]
La palabra “purgatorio” es definida en el
Webster’s Dictionary of Modern English como “un lugar o estado de tormento”. ¿A que se
refiere
“Los que mueren
en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque
están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una
purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría
del cielo.
Es generalmente aceptado de que hay algunos Católicos
quienes no tendrán que pasar por ese lapso de tiempo en este lugar llamado
“Purgatorio” El Purgatorio es básicamente un estado intermedio donde el
individuo debe ser purificado de sus pecados los cuales no fueron tratados durante
su temporal estadía en la tierra. Esto no es para ser entendido como lugar de
placer. El Catecismo de Baltimore en la página 85, pregunta #173 describe esta
morada como un lugar de “sufrimiento”. Se estima que el purgatorio es un lugar
temporal. Eso es, aquellos que entren eventualmente lograran entrar al cielo
pero ellos deben primero sufrir por sus pecados. En la teología Católica
romana, la mayoría de las personas lograran entrar al cielo eventualmente. La
mayoría de las personas que sean “salvas”, de acuerdo a la enseñanza Católica.
El Catecismo describe a aquellos en el
Purgatorio como seres “…imperfectamente
purificados…”. También son descritos como defectuosos “a
fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo….”
Como ves, en las enseñanzas del Purgatorio,
todas contienen la creencia de la Iglesia Católica de que la salvación es por
obras. Básicamente la enseñanza del Purgatorio dice que tú debes pagar por tus
propios pecados. No todos ellos, solo aquellos que Cristo aprobó pagar. En un
gran contrataste
En un articulo Católico que discute porque es fundamentalista
el no aceptar las enseñanzas del Purgatorio dice, “la
razón principal para tan fuerte oposición al Purgatorio es que no puede
coexistir con la noción de salvación
fundamentalista. Para los fundamentalistas, la salvación viene por “aceptar a
Cristo como salvador personal.” Aparte de ese acto de aceptar, ningún otro
acto—lo que quiere decir ningún acto de buenas obras y ningún pecado- hace
alguna diferencia con respecto a la salvación de alguien.”
(Respuestas
Católicas, Purgatorio, http://www.catholic.com/answers/tracts/purgator.htm)
No podía haberlo dicho mejor yo mismo. El
Purgatorio es rechazado porque es verdad que “…ninguna obra… hace alguna diferencia con respecto a la salvación de
alguien.”
2:9 no por obras, para que nadie se gloríe.” Efesios 2:8,9). A la luz
de la enseñanza Bíblica, el Purgatorio es similar a someter a sus hijos
a una paliza antes de permitirles abrir su regalos de Navidad. La salvación es
un don gratuito, los verdaderos creyentes no tienen necesidad de un Purgatorio.
Considere nuevamente la triste realidad en la
que a los católicos se les dice que han de estar al momento de su muerte: “…imperfectamente purificado…” al igual que defectuosos “…a
fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo”. Yo no creo que la doctrina del
Purgatorio sea en el algún sentido una enseñanza de Dios. Aun así, creo que
Fíjese en el versículo 13, de donde estas personas condenadas vienen a
ser juzgadas. “…la muerte y
el Hades entregaron a los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada
uno según sus obras.
“
Este es el lugar temporal en el cual los espíritus
de aquellos no-salvos han morado desde el momento en que mueran hasta el
momento en que Jesucristo los llame adelante para ser juzgados. Este lugar es
un lugar de tormento, pero es temporal en el sentido de que estas personas vendrán
delante, para así ellos puedan ser juzgados permanentemente, y luego arrojados
al infierno eterno. Durante este tiempo de castigo “temporal”, las personas que
creen en la mentira de los Católicos Romanos acerca del Purgatorio, pensarán
que el Purgatorio si existe y que ellos están en el. A través de este sobre
natural tormento, se acomodaran a la idea de que este tormento es solo
temporal, y pronto saldrán de él, verán la luz, e irán al cielo. Jesucristo
dice a este tipo personas, así como ellos han salidos de su infierno temporal,
y están en la luz de la espera de su juicio final. Es obvio que estas personas
esperan ir al cielo después de su encuentro con Cristo en el tribunal.
“Muchos me dirán en aquel
día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
7:23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de
maldad.”
Mateo 7:22-23
El Señor Jesús señala exactamente cuando este
triste acontecimiento ocurrá. Jesús dice, “muchos me dirán
en aquel día”… El “día” al que se refiere aquí es el día del juicio. Después de
1,000 años del reino milenial se nos ha dicho que habrá un Gran Trono Blanco de
juicio (Apocalipsis 20:12-15). Es en este tiempo que todos aquellos muertos que
no hayan sido salvos estarán de pie delante del Señor Jesús enfrentando un
oficial juicio por sus pecados. Como ves, antes de este momento ningún hombre que
no haya sido salvo ha estado delante de la presencia de Dios. Ellos han estado,
como sea, sufriendo en el infierno, algunos por miles de años.
Es fascinante considerar las respuestas
emitidas por aquellos en Mateo capitulo siete. Ellos le hablan al Señor Jesús
de “profesar Su nombre” y de hacer “maravillosas obras”. Estas son palabras interesantes
viniendo de individuos quienes probablemente han estado sufriendo en tormento por miles de años. Es casi como si
ellos esperaran ser liberados de su condenación eterna.
Creo que en esta misma escritura estamos
observamos la misma respuesta de que será emitida por aquellos quienes han
estado engañados creyendo que están en un “purgatorio” temporal. A la luz de
esto es probable que hayan hoy personas Católicas en
el infierno quienes por error crean que
están en el Purgatorio esperando ser liberados.
¡Jesús mismo nos ha dicho que no hay
Purgatorio!! Mientras Jesús estaba colgado en la cruz, uno de los ladrones
condenados se volteo a El para pedirle Salvación. Aun cuando el no enuncio
todas las porciones del plan de salvación, Jesús sabia que su corazón había
sido quebrantado por el pecado y sabia que el ladrón lo reconocía a El como el único
Salvador del Mundo. Lee esta conversación, en Lucas 23:39-43. Solo
presentaremos aquí la última declaración 42-43
“Y dijo [el ladrón] a Jesús:
Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
23:43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el
paraíso.”
¿Donde dijo Jesús que el ladrón despertaría,
ese mismo día al morir? ¡En el paraíso!! No el Purgatorio, sino el Paraíso. Si
alguna vez hubo una persona que necesitara
“purificar” sus pecados, era este ladrón, quien no tenía remordimiento
conocido sobre sus pecados antes de ese día. En la cultura romana se crucifica
a un hombre por robo, solo cuando tiene su vida completa con esta práctica,
cuando fue considerado ante una corte como un hábito criminal el cual no podía
ser reformado. En realidad, si realmente el Purgatorio existía, por el simple propósito
de “purificar” los pecados de alguien, este hombre lo hubiese necesitado. Pero,
Jesús mismo dijo que este ladrón estaría inmediatamente en el Paraíso.
En la parte dos, estaremos examinando otro caso
en el cual Jesús nos dijo en términos no muy conocidos que nosotros, quienes
hemos aceptado el sacrificio de Jesús en el camino que El ha estipulado, no
necesitamos ninguna otra purificación de nuestros pecados más allá.
Amigo, no existe el purgatorio. Si mueres y se
dice de ti que estas “…imperfectamente purificado…” al igual que defectuoso “…a
fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo”. Siento decirte que entonces
estarás eternamente perdido.
Es un pensamiento que parte el alma, considerar
que pueden haber personas en el infierno hoy en día que creen que están en el
purgatorio, no sabiendo que es demasiado
tarde para ellos. Las personas en Mateo capítulo 4 conocían del Señor Jesús.
Son recordados por decir: “Señor,
Señor...” aun así, miren cuidadosamente la triste respuesta de Jesús hacia
ellos: “Nunca os conocí, apartaos
de mi…” ¿Amigo, tu dices conocer a Jesús, pero, te conoce Jesús a ti?
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