TITULO: PREDICADORES

Subtítulo: Como Ellos Están Supuestos A Ser “Evaluados”

Una vez un predicador amigo mío, mientras estaba relajando, dijo que el sabía que había sido llamado al ministerio cuando el se despertó una mañana, no quería ir al trabajo, ¡y estaba antojado de pollo frito! Todos nos reímos de eso, pero desafortunadamente algunos individuos se “han metido a predicador” por razones menos honorables, no podemos advertirle muy a menudo de que “lobos rapaces” se han infiltrado entre los rebaños (Hechos 20:29). Esto ha sido un problema desde los primeros días de la iglesia y está aún peor hoy. Lo que algunos hombres (y mujeres) harán por dinero, poder, y prestigio es simplemente escandaloso. En los últimos años se han visto numerosos predicadores, pastores y evangelistas prominentes desgraciados y desvestidos—y en algunos casos aún acusados y encarcelados—mientras sus secretitos sucios eran expuestos. En la mayoría de estos casos, la avaricia era revelada como su motivación y las personas no salvas (no regeneradas) solamente asentaron con la cabeza a sabiendas porque ellos lo sospecharon todo el tiempo. Siempre me impresiona sobre que mucho más perceptivos son algunas personas no salvas sobre este tipo de cosa ¡más que muchas ovejas! El confiar en el líder espiritual de uno es una cosa, pero una estupidez grosera es claramente otra. Cuando el líder en cuestión esta viviendo “la vida loca” y su estilo de vida está fuera de proporciones a lo que es razonable, aquellos que están siendo “esquilados” también son culpables—por permitirlo

Un salario y cuenta de gastos razonables—o aún una remuneración generosa por una congregación amorosa y agradecida, o seguidora—está bien, pero una vida derrochadora debe ser evitada por un hombre de Dios. El debería tener suficiente sentido común para vivir modestamente, aunque no sea por otra razón aparte de evitar “la apariencia de maldad”. Juntas de iglesias y comités de supervisión organizacional deberían ayudarlo a mantener un estilo de vida apropiado, y los donantes deberían tratar de asegurarse de saber como son gastadas sus ofrendas. El dinero ha arruinado muchos predicadores y a la vez muchos predicadores han hecho daño al cuerpo de Cristo.

¿Por qué empecé este mensaje con una discusión sobre dinero? Porque es uno de dos criterios ridículos por los cuales los predicadores están siendo evaluados hoy—siendo la otra el tamaño relativo de su iglesia. Inmensas iglesias y salarios van en proporción con los números equivalentes a éxito a los ojos de la mayoría de los observadores, ¿pero es esto necesariamente un buen indicador de la condición de la iglesia? ¡No, no lo es! De hecho, ¡yo miro con gran sospecha a tales ministerios porque hay razón para creer que hay algo grandemente fuera de lugar! Señores, me estoy acercando rápidamente a sesenta años de edad y le he dado la vuelta a la cuadra un par de veces.

El haber estado involucrado con congregaciones de iglesias por más de la mitad de ese tiempo—tanto como diácono y luego como pastor también—me ha enseñado muchas lecciones sobre la naturaleza humana. Una de las cosas principales que yo he aprendido es que los predicadores están supuestos a predicar contra el pecado y cuando lo hacen la carne se opone. Ahora, no estoy diciendo que los predicadores de todas las iglesias grandes son blandos con el pecado, ¡pero digo que la mayoría lo son! Tal como dice la Declaración de Independencia, "Sostenemos estas verdades como auto evidentes…" Donde la Palabra de Dios es proclamada fielmente el pecado es denunciado apropiadamente, ¡el diablo hará todo en su considerable poder para estorbar esa iglesia! Las mega-iglesias que aran alegremente y musicalmente con algo para todo el mundo y sin problemas visibles son contradictorias espiritualmente. Nunca pierda de vista de la realidad que estamos en una batalla espiritual de vida o muerte.

¿Según que criterio, entonces, deberíamos “evaluar” a un predicador? ¿Cómo podemos discernir a un hombre de Dios de entre los trepadores sociales? Le podría sorprender el saber que tantas formas diferentes son encontradas en la Palabra. Ante todo la “descripción del puesto” del predicador es encontrada en 2da a Timoteo, capítulo cuatro, donde el apóstol Pablo exhorta a Timoteo:

" 1Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. (2 Timoteo 4:1-4, RV-1960)

La prioridad número uno para un predicador llamado por Dios es de que el debe predicar la Palabra de Dios—no decir chistes, dar revisiones de libros y comentarios políticos sobre el medio ambiente. Cuando la predicación de la Palabra es hecha bien—pondrá incómodas a algunas personas. Algunos han señalado correctamente que el trabajo de un predicador es el consolar al afligido y afligir al acomodado. Mientras el debería dar lo mejor de si para llevarse con su congregación, el no ha de ser llamado un político. Como dijo el apóstol Pablo en Gálatas 4:16— "¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?” Grandes números de iglesias hoy se han convertido en clubes sociales y sus miembros en entretenedores, oradores motivadores, y seudo-psicólogos. "¡Hay hermano Ron, ahí va usted a ponerse negativo otra vez!" Si, soy duro con algunos predicadores porque todos nosotros deberíamos ser irreprensibles. Véase las calificaciones personales para un predicador encontradas en el 1ra a Timoteo, capítulo 3, versículos 1 al 7:

"1Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 7También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. (1 Timoteo 3:1-7, RV-1960).

La segunda prioridad de un predicador llamado por Dios es que el debe predicar la Palabra de Dios. A menudo me encuentro citando al apóstol Pablo, pero hay que reconocerlo—el escribió la mayoría del Nuevo Testamento. El les dijo esto a los corintios creyentes en 1ra a los Corintios 2:1-2:

"1Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. (1 Corintios 2:1-2).

Yo sospecho que Pablo, si el lo hubiese deseado, fácilmente se hubiera mantenido a la par con los grandes oradores de su tiempo. El era un intelectual y había recibido la más fina educación disponible para el, pero aún así el insistía en ser sencillo de habla—casi al punto de ser brusco—y fue criticado por su supuesta inhabilidad de hablar ¿Porqué supone usted que el haría eso, cuando el probablemente tenía la habilidad de “parar a las personas de sus asientos” con una retórica florida y encumbrada? Debería ser sencillo para nosotros de que el se refrenó de hacerlo para que todo el énfasis se pusiera sobre Cristo, donde debería estar. Los predicadores cometen un grave error cuando intentan “ganar amigos e influenciar personas” por medio de personalidad y técnicas de ventas.

Claro, estas cosas funcionarán—hermano, ¡si que funcionan! Utilice los procedimientos “correctos” y las técnicas “correctas” y el éxito está virtualmente asegurado. Las personas se amontonarán donde cualquiera que le de masajes a sus egos y los “hagan sentirse bien acerca de si mismos”. Pero el mismo Señor Jesucristo nos enseñó que: “Bienaventurados los pobres en espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos" (Mateo 5:2, RV-1960).

¡Uno de nuestros problemas principales como humanos pecaminosos es que nos sentimos demasiado bien acerca de nosotros mismos! Los mejores de entre nosotros somos pecadores podridos, dignos del infierno, y conseguir que nos arrepintamos es como sacarse un diente—sabemos que hay que hacerlo, pero no tenemos ninguna prisa. Isaías nos dice otra cosa sobre nuestra condición:

“Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento."(Isaías 64:6, RV-1960).

Predicadores que ceden a la “psicología del pop” dirigen y complacen las neurosis de las masas endulzando sus sermones, están en conflicto directo con la Palabra de Dios—la que es, de paso, el mejor remedio para lo que nos pasa sea de mente o corazón. Solo porque ha sido probado que algo produce resultados, no indica necesariamente que el medio es apropiado. La filosofía jesuita de “casuística”—el fin justifica los medios—ciertamente es inapropiada y debe ser repudiada. [Esta es a la vez la principal filosofía comunista ¡Ahora sabemos que los comunistas tomaron prestada esta filosofía de los Jesuitas Católicos Romanos!]

La tercera prioridad de un predicador llamado por Dios es que el debe predicar la Palabra de Dios ¿En qué nivel cae su pastor en lo que concierne a esto? Le podría sorprender, ¡pero su predicador puede ser fiel a la Palabra y aún ser desobediente! Si el no declara “todo el consejo de Dios” (Hechos 20:27), el es culpable de matarte de hambre espiritualmente. En su celo de evangelizar, muchos predicadores alimentan a sus congregaciones con una dieta consistente de sermones de salvación. Cuando usted considera que la mayoría abrumadora de la congregación podría ya ser salva, ¡esto está al borde de lo criminal! Ellos saben como los pueden salvar porque ya son salvos y el mantenerse tocando esa nota no hace una sinfonía. La iglesia en Corinto no pudo digerir el filete con  papas espiritual de Pablo, porque ellos todavía eran inmaduros y bebes, capaces de beber solo leche. La evangelización es definitivamente importante y un predicador ha de estar constantemente consciente de las visitas que estén presentes, para que el pueda trabajar el plan de salvación en su mensaje, pero rara vez debería ser el mensaje entero. El cristiano promedio sentado en un banco es tan ignorante como un ganso sobre doctrinas de la Biblia, política de la iglesia, y apologética porque a ellos no se les está enseñando en una forma sistemática.

Sermones tópicos son buenos y apropiados de vez en cuando, ¿pero de qué otra forma será enseñada la Palabra desde Génesis hasta Apocalipsis desde el púlpito por otro medio que no sea la predicación expositiva? Yo no podría contar el número de veces que el Dr. J. Vernon McGee hiciera el comentario en sus programas de radio de que “las personas no quieren involucrarse en el estudio bíblico”. El estaba absolutamente en lo cierto— ¡no lo hacen! Los pastores enfrentan una lucha constante de cómo van a alimentar a sus rebaños y mantenerlos con deseo de regresar para más. Pero darles lo que quieren no es la respuesta. Nuestro trabajo—nuestro único trabajo—es el predicar lo que se necesita y dejar que el Espíritu Santo se encargue del resto. Cuando estemos ante el Trono del Juicio de Cristo, yo prefiero dudar que la popularidad vaya a ser una categoría para recompensas. Personalmente, anhelo oír las palabras: "Bien, buen siervo y fiel."

Si usted es lo suficientemente afortunado de tener un pastor que predique y enseñe la Biblia entera y trate lo mejor para “redargüir, reprender, exhortar con toda paciencia y doctrina…”, por favor escuche lo que el diga y trate de aprender de ello. No puedo enfatizar de más el punto de que nunca ha sido la intención de que la asistencia a la iglesia compita con Disneylandia y los teatros de Nueva York. Los temas del pecado, arrepentimiento, expiación y reconciliación no son lo que uno vea como entretenimiento, porque no tienen la intención de serlo. Ellos son asuntos serios—literalmente pertinentes a vida y muerte—y han de ser tratados de la manera apropiada. Por causa de la naturaleza del material sobre el tema que se supone que sea predicado  y enseñado desde el púlpito, muchos cristianos “nominales” simplemente no lo toleran y buscarán predicadores que tengan un enfoque menos extremo. Detestamos perder miembros porque cuando se van, nos sentimos como fracasados—de alguna forma no hicimos lo suficiente o lo tratamos suficientemente fuerte para mantener su confianza en nosotros. Esta es una reacción normal y ha de ser esperada, ¡pero nunca podemos permitir en ninguna que el deseo por los números dirija lo que prediquemos o que tan fuerte lo prediquemos! Lo que debemos procurar es un ministerio balanceado—uno que educará y levantará, así como convencer de pecado y reprender—no uno que insista continuamente sobre un tema “mascota” a la exclusión de otros. Debemos ministrar a la persona completa—al santo que está creciendo y madurando en la fe. Y ocasionalmente el Espíritu Santo nos guiará a “despellejar y curtir” poniendo atención sobre ciertos pecados de la carne. Todo viene con el oficio.

Si usted puede ir a la iglesia año tras año y nunca salir de un servicio sintiéndote como un criminal condenado, ¡su pastor está haciendo algo mal! Son buenas las posibilidades de que el esté jugando “el juego de los números”. La Palabra de Dios es “más cortante que toda espada de dos filos” y su poder sobrenatural encontrará donde usted vive realmente ¡Usted no puede escapar si es predicada! Sin embargo, si ciertas Escrituras son evitadas porque podrían ofender a algunas personas, su poder potencial es negado a través de la omisión. Revise a su pastor—piense y considere seriamente sobre lo que el predica y como el lo predica. No preste atención alguna a su personalidad fuese que el le guste o no. El mensaje que el proclama es la cosa más importante que usted debe discernir. Su entrega y sus ademanes no han de ser considerados—solo el mensaje. Usted podría descubrir para su desaliento que el mensaje predicado es tan profundo y bíblico como las letras de las canciones de la llamada Música Cristiana Contemporánea (“CCM” en inglés).

Sin embargo, por el otro lado usted podría descubrir (y espero que lo haga) ¡que su pastor sea una verdadera joya! Si el pasa la prueba, ore por el, apóyelo, y claro aprenda de el. Si el falla la prueba, yo le aconsejaría que busque a un pastor y una iglesia donde a usted se le de todo el consejo de Dios. El entretenimiento y el “sentirte bien sobre ti mismo” hará que, como solían decir sobre el fumar,  ¡impedirá tu crecimiento!

Yo estoy preocupado por usted y su bienestar espiritual porque sin duda estamos viviendo en los últimos de los “últimos días” que llevarán al rapto de la iglesia y el período de la tribulación. El engaño es rampante a través de la tierra y muchas de las ovejas de Dios están siendo mal dirigidas por charlatanes que se hacen pasar por ministerios del evangelio. Ningún pastor respetable—ningún hombre llamado por Dios—estaría en desacuerdo con esta “prueba de predicadores”, porque es bíblico y su intención es el proteger a las ovejas. El hombre mismo no es el asunto. Su salvación personal no es el asunto. El asunto es el mensaje predicado y la llenura del mismo. No esté satisfecho hasta que usted no esté seguro que se le está alimentando con una dieta “balanceada” de alimento espiritual.

Si usted ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, pero ha sido muy tibio en su caminar espiritual con Él, usted necesita pedirle inmediatamente perdón y renovación. Él lo perdonará instantáneamente, y llenará su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Entonces, necesita iniciar un caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia.

 

Si usted nunca ha aceptado a Jesucristo como Salvador, pero ha comprendido Su realidad y el Fin de los Tiempos que se acerca, y quiere aceptar Su regalo GRATIS de la Vida Eterna, usted puede hacerlo ahora, en la privacidad de su hogar. Una vez lo acepte a el cómo Salvador, usted habrá Nacido de Nuevo, y tendrá el Cielo tan seguro como si ya estuviera allí. Entonces, podrá descansar seguro de que el Reino del Anticristo no lo tocará espiritualmente.

 

Si a usted le gustaría Nacer de Nuevo,  vaya ahora a nuestra Página de Salvación.

 

Esperamos que haya sido bendecido por este ministerio, que busca educar y advertir a las personas, de modo que puedan ver el Nuevo Orden Mundial por venir -el Reino del Anticristo-en sus  noticias diarias.

 

Finalmente, nos encantaría saber de usted. Puede enviarnos un E-Mail a 

Dios le bendiga.

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